Historias del taller: el aparador heredado
Un aparador de caoba, con microarañazos y resequedad, parecía pedir lija. Se optó por una limpieza minuciosa y un aceite ligero, probando primero en un área oculta para estudiar reacción y absorción controlada.
Historias del taller: el aparador heredado
Se aplicaron capas delgadas con paño de algodón, puliendo entre manos bajo luz rasante. La luz lateral revela marcas invisibles y guía el pulso, logrando uniformidad y un brillo profundo sin empastar la superficie.